El jueves 16 de septiembre de 2021, en el Museo Histórico Alfa Romeo de Arese (Milano, Italia), se realizó la asamblea anual de socios de AMAPLAST, la asociación nacional de categoría (adherente a Confindustria) que agrupa a aproximadamente 170 fabricantes de máquinas, equipos y moldes para materiales plásticos y caucho.

Durante la asamblea fueron confirmados para el bienio 2021-2023 el presidente, Dario Previero, y los vicepresidentes, Gabriele Caccia y Massimo Margaglione.

En su informe a la asamblea, el presidente ilustró la evolución de la industria italiana de las máquinas para plástico y caucho, comentando los resultados que emergen de la primera edición del Estudio Estadístico Nacional, realizado por el Centro de Estudios MECS-Amaplast entre aproximadamente 350 fabricantes (con 13.000 empleados), que en 2020 alcanzaron una facturación de casi 3.600 millones de euros, con una cuota de exportación del 76%.

En cuanto respecta a los diferentes segmentos de mercado de los fabricantes de máquinas, debemos mencionar en primer lugar los embalajes, con el 43% del total (31% alimentario y 12% no-food), seguido por el sector automovilístico (19%) y la construcción (9%), solo para citar los sectores más importantes.

Con respecto a las tecnologías, el 18% de la facturación está representado por el segmento de la extrusión; en segundo lugar tenemos los productos auxiliares y las máquinas de inyección, con el 12% cada uno, y en tercer lugar, los moldes/cadenas de producción de plástico, con el 9%.

El balance del difícil año de la pandemia se revela menos negativo de lo que se podría esperar, gracias a una recuperación que muestra una aceleración en el último trimestre, mitigando el resultado final.

Recuperación que prosiguió en el primer semestre de 2021, con un aumento de la facturación de once puntos con respecto al mismo período de 2020; los pedidos registraron un consistente +46% y la exportación alcanzó un +25%, gracias a un crecimiento de dos cifras en las ventas hacia destinos primarios, como Estados Unidos, Alemania, China y Polonia. También la demanda del mercado interno muestra una fuerte recuperación, con una mayor propensión a la inversión, fruto de los incentivos previstos por los planes de política industrial.

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