Movilidad a rotación

Quien se mueva con la ayuda de una silla de ruedas debe afrontar cotidianamente numerosas dificultades como, por ejemplo, pasar por un detector de metales o la formación de óxido cuando se frecuentan lugares húmedos. Para evitar estas y otras molestias ligadas al uso del metal, el diseñador noruego Torbjørn Skjæran ha diseñado EasyRoller, una silla de ruedas completamente hecha de plástico.

Al principio, el chasis de esta silla se realizaba soldando una serie de tubos de ABS pero, a la vista de tiempos de soldadura más bien largos, se pasó al moldeado rotacional. A este fin PERSICO desarrolló, en colaboración con el transformador noruego Partnerplast, un molde que permitió adoptar un diseño funcional y estético, reduciendo tiempos y coste.

EasyRoller 2 (alto 105 cm, peso 12 kg) está dotada de asiento, chasis, apoya pies plegable de polietileno, mientras que las correas son de poliamida y el mullido de caucho expandido de celdas cerradas. Otros componentes, como llantas y sistemas de frenado, se han moldeado por inyección en policarbonato y ABS. De ello resulta un producto que conjuga estética, ergonomía, confort, robustez, duración y prestaciones.

Dada la complejidad de los detalles, las tolerancias dimensionales que se deben respetar para garantizar el acoplamiento de los componentes rotomoldeados con los moldeados por inyección, los reducidos tiempos disponibles y, no menos importante, la calidad requerida, el molde fue realizado fresándolo directamente de un bloque de aluminio. A continuación se realizaron las primeras muestras con el fin de permitir el montaje de todas las partes y determinar la necesidad de eventuales intervenciones y modificaciones.